24 mayo 2006

Leyenda del Monte Perdido


Dicen que hubo un tiempo en el cual allí, en ese paraje, no había ninguna montaña. Eran amplios prados en los cuales los pastores llevaban a pastar a sus ovejas...
Cuenta la leyenda que uno de estos pastores estaba tranquilamente sentado jugando con su navaja a tallar en una rama de boj. En eso un hombre se le acercó. Se tratabade un mendigo, pobremente vestido, descalzo y con rostro demacrado tras tantos días de ayuno. Este le habló al pastor diciendo: - Llevo mucho tiempo sin probar bocado. Dame algo de comer, Dios se lo pagará.- El pastor, duro de corazón, no le hizo ni el menor caso. El mendigo siguió insistiendo, pero el pastor le respondió de malas maneras reprochándole que él también pasaba hambre y frío. Finalmente el pastor se volvió a concentrar en la talla del boj. Mientras, el mendigo seguía insistiendo en vano...
Cuenta la leyenda que instantes después de negarle auxilio al mendigo, el valle quedó impregnado de niebla. El pastor, amedrentado, se desentendió del mendigo con el fin de recoger el ganado disperso por el prado. Pero, con aquellas nieblas, se hacía completamente imposible. Todos estaban irremediablemente perdidos. Los nubarrones tornaron en una intensa lluvia, como jamás se había producido en los pirineos. Perro, pastor y ganado se perdieron definitivamente y nunca más se supo de ellos.
Los montañeses afirman que justo en donde se perdieron apareció una nueva montaña formada de piedra y hielo. Sin duda la más formidable, impresionante y peligrosa del Pirineo. Fue el castigo a aquel pastor que había negado a San Antonio un currusco de pan. Puesto que él dijo, cuando el pastor le negó caridad, «Te perderás por avaricioso, y allí donde te pierdas, saldrá un gran monte, inmenso, tan grande como tu falta de caridad».
Es por ello que Monte Perdido esta compuesto sólo de rocas y hielo, como el corazón del pastor...


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5 comentarios:

Câline dijo...

¿Es esta la primera leyenda que leo con un contenido religioso?
Me gustó mucho porque tuvo un castigo ese pastor avaro y sin compasión.
Ahora bien, el paisaje salió favorecido con ese castigo, ¿no?
Saludos!

Unknown dijo...

Ni me lo recuerdes Câline. Hace tiempo que conozco esta leyenda, pero no la ponía por esa razón. En fin, que quede como la excepción que confirma la regla, jejejeje

Abrazo querida amiga :D

Anónimo dijo...

Taba pensando en la cantidad de montañas que hay.... será por algo no?... si me hubiera encontrado con este santo de seguro que habria un monte con mi nombre.. glup...

Abrazos,

Anónimo dijo...

Me encanta la del Pozo aunque tengo que reconocer que el resto de leyendas están geniales. La montaña no me acaba de convencer, pero de igual modo está genial.

Enhorabuena!

El pequeño Dardo de Blogger.com

paula dijo...

hola,me enorgullezco que haya personas que conozcan Pineta .Es un sitio precioso,y mis compañeros son muy de "ciudad" y no entienden la belleza de los montes y la naturaleza un saludo a todos
POSDATA:
Digo compañeros porque voy al colegio,acabo de cumplir los 10...